mayo 29, 2011

Resaca de Elecciones, Manifestaciones y Sentido Común

Supongo que a estas alturas y siguiendo la pauta por la que he empezado, debería figurar otra entrada en el blog, criticando algo de actualidad y como de costumbre políticamente incorrecto.
La verdad, es que quien escribe estas líneas no está muy sembrada estos días, entre los exámenes y la primavera que a todos altera.


Pero voy a empezar esta nueva entrada, poniendo acento en una noticia que me ha llamado la atención.
Como todos sabéis, desde la semana previa a las elecciones se han montado concentraciones por las ciudades, en las plazas más grandes y con la mayor cantidad de gente que puedan tener. Hasta ahí correcto. Han conseguido reunir mucha gente con el pretexto de protestar por una situación que viene ahogando a más de uno tanto en nuestro país, como en toda Europa. Perfecto.
Ha habido sus más y sus menos, que si la policía nos pega, que si nosotros les damos flores y un largo etcétera sin pies ni cabeza que busca lo que más nos gusta y la televisión demuestra: el morbo y la discordia, estar siempre en boca de todos, alarmándonos como la señora del pueblo a la cual le cuentan que el hijo de su vecina es homosexual (un saludo para todas las señoras del pueblo, no se me ofendan! Que gracias a ellas tenemos muy buena cocina!).


Después de la primera alarma generada por los antidisturbios, páginas web contagiadas por todas partes con noticias falsas, con intención de menospreciar al  bando contrario y más noticias modificadas y toqueteadas por todos los medios como si fuesen ropa usada de la Esteban (si, por desgracia la tocarían más que un boy en una despedida de soltera, si no, haced la prueba) ha llegado a mis lindas orejitas y mis preciosos ojos, tal que esto: Por favor, no perdamos el Norte. La gente llenó esta plaza para luchar contra un régimen putrefacto, no para aprender a tocar la guitarra o a confeccionar disfraces
Y una vez más podemos entonar el tan famoso y aclamado discursillo de “Esto es España” o “Spain is different”. Además podemos encontrar en Facebook una página dedicada a la acampada de Sol, donde diariamente cuelgan las actividades que realizarán. No soy madrileña, soy gallega y no puedo estar ahí de pie para confirmarlo, pero amigos, familiares y conocidos de la capital, por todas las esquinas…y por desgracia, confirman semejante circo.
Buscando en vuestro Facebook, Actividades Acampada Sol, veréis de que se trata.
A hilo de lo cual yo me hago demasiadas preguntas, tantas que mi cabeza puede implosionar en breves momentos.
Tenemos que pensar (oh…wait) que podemos sacar de todo esto. Al margen de una cantidad de críticas excelentísimas por parte de ambos bandos, como ya he dicho, una pequeña reflexión. Cierto es que promueven actividades que por mucho que expresen indignación por la situación sociopolítica y económica del país, como diablos van a tomarles en serio si van vestidos de payaso o hacen un drama digno de Shakespeare? Para un ratito, un momento o quizás un día si te pones, puede estar bien…pero chico, que llevamos una semana así.

La reflexión, la del gobierno, por supuesto: “¿Por qué hay un montón de payasos en sol, Sr. Ministro? – Bueno, presi, digamos que son los que no tienen trabajo y no tienen mejor cosa que hacer”. En este punto, estando en un mundo racional, el presidente intentaría solucionarlo. Pero como no es así, creo que decidirá unirse a los parados con la esperanza de hacer talleres de pintura, sin pensar (obviamente) que puede ser lapidado por ir solo.




Si reflexionamos de una forma más conveniente, que sacamos de una protesta pacífica? La creación de nuevos chistes para el siguiente milenio. No, no empecéis a saltarme al cuello, pero es cierto. Si nos violentamos, pues eso, somos unos bárbaros. Si no lo hacemos, ni puto caso.
Siempre podemos tener opciones como las de Egipto y demás países con los que por supuesto se solidarizan en Sol, pero es que esa gente es un poco heavy, como yo, matan moscas a cañonazos y luego claro…tienes una casa con una corrientica fina.
Por desgracia para todos nosotros, aquellos que no pertenecemos a la clase social llamada “política” de sueldos vitalicios, lujosos coches, casas e hijos satánicos (bueno, lo de los hijos…diría que hay cosas peores, como Paris Hilton, pero es otro tema), no nos queda más que aguantarnos. Por qué ¿? Bien, por la sencilla razón que he explicado antes: o nos liamos a cañonazos y buscamos la cabeza de la gente provocando una nueva guerra civil, o se ríen en nuestra linda carita.


Cuando el sistema esté preparado para cambiar y sea conveniente, cambiará, sin más, y ahí tampoco tendremos nada que decir.
Además, un cambio de sistema…pero que queremos? Más libertad? Más libertinaje? Más igualdad? Todo lo contrario? Porque, realmente y por el comentario de mi actual profesora de inglés, no sé qué podemos esperar. Jóvenes de 15-16 años, que viven bien, sus padres tienen dinero, van a un colegio caro, tienen de todo y se dedican a decir perlas como “Si en mi clase o grupo de amigos hubiese algún compañero homosexual, no le hablaría, sería apartado”. Eso contrasta con grandes manifestaciones sobre el Día del Orgullo Gay  que se celebra en grandes capitales con enormes carrozas de colores y música festiva. Parece que según la minuta, las mentes cambian de forma radical y vuelve la sabia señora del pueblo, cucharon en mano, escandalizándose nuevamente de nuestra juventud.
España, queridos, es un joven país que paso de no tener nada (en cuestión de libertades y económicas) a tenerlo todo, hasta el punto de poder despilfarrar las ayudas e incluso prescindir de ellas por tildarse de país rico. Chicos, nos hemos saltado un paso, el más duro, el intermedio; y ese, ahora mismo es el más difícil y el que nos va a tocar sufrir.

Abrochaos el cinturón, vienen turbulencias.

Finalmente quiero dar las gracias a la señora del pueblo, por su aparición estelar en esta entrada, ya que sin ella ilustrar ciertas emociones sería mucho más complicado.

Y aunque no tenga nada que ver con el tema, dejaros un enlace interesante para los amantes de la música y los auriculares no enredados:



Procuraré buscar un gadget o algún que otro elemento friki que añadir en cada una de mis entradas, nunca se sabe quién puede tener cerca un cumpleaños, una comunión, un aniversario o un divorcio (últimamente hasta hacen fiestas con esas cosas) y así pueda salir del paso con algo original y del gusto del agraciado/a 


Me despido, como siempre, políticamente incorrecta.

S

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