Y entonces, mi buzón se indigestó

Qué tendrá mi buzón, que se ha puesto malo de repente y me ha dejado las manos llenas de papeles?

Ha llegado el día previo a las votaciones en las elecciones…oh noes

Por lo tanto, ha llegado el momento en el cual hemos de ejercer derechos que se presupone están en nuestra querida carta magna.

Como advertimos el fenómeno?

Tenemos varias opciones: bailar al ritmo de los coches-megáfono cuando recorren las calles (o bien intentar bajarles un tiesto si es que nos han despertado) o bien recoger kilos y kilos de cartas en el buzón con él “por favor dame tu voto, no te doy pena?”. La verdad? No. Creo que ganarían mucho mas con unas caritas como las del gatito de Shrek, que lo mismo seguían con esas campañas tan curiosas…pero quedarían monísimos.

¿Acaso no es monísimo? :D

Durante esta época, la tendencia es confundir los derechos con obligaciones. Has de ir a votar si o si. No tienes la opción de decir “no quiero, no va conmigo” o yo que se…”justo la noche anterior estuve en urgencias porque una de mis piernas decidió ir por libre, creo que a consecuencia de gran ingestión de líquidos flipantes para el ser humano” (vamos, que te partiste la pierna y algo mas por ir con una merluza del quince).

Esa opción se traduce en “así va el país”, “menuda juventud” y un largo etcétera que todos conocemos.

La gente no suele gustar hablar de política porque es como hablar de futbol, siempre acabamos tirándonos algo a la cabeza con el calentón. A mi sinceramente me parece un tema más que interesante para debatir. Quizás penséis que busco la provocación. Es posible que así fuese, pero creo que para eso asomaría una patita de minino por el post levantando un poco la enagua, que como provocación es más elegante y dejaría cualquier discusión de lado (salvo la de los colectivos feministas, claro, que nunca llueve a gusto de todos).

Y que sucede cuando tu buzón te vomita semejante cantidad de propaganda? 

Eres feliz, porque rara vez va junto las facturas, así que o las tiras directamente como quien no quiere la cosa o te despistas y allá va con toda la propaganda electoral.

Hoy a mi me paso eso, aunque el damnificado por el malestar del buzón fue mi adorado progenitor, quien de efecto rebote, tuvo la misma reacción sobre la mesa desde la cual os escribo. Dejo todo perdido, pero al menos, fácil de limpiar.

Yo no soy de esas personas que tira directamente esa “valiosa información” porque me gusta leer con que me sorprenden estos queridos ciudadanos al hacer su petición de voto. Claro que igual tiene que ver con que leo hasta los componentes del champú.

Así que mientras comía este mediodía, me puse a leer esas cartitas. Como de costumbre, existen a lo sumo 3 partidos que sean capaces de llevarte el voto a casa, porque el resto se pierden en el olvido.

Bien, ahí ya tenemos un punto y aparte. Puede ser por el motivo económico, que al ser partidos mayoritarios tienen más monos para escribir panfletos y luego pasar la lengua al sobre. Me inclino por esa opción, pues por mucho que quieran, con poder todos nos volvemos locos, con poder y dinero.

Y que obtuve de leer los panfletos con bastante atención?

Realmente nada.

Viene siendo tal que lo que ya he mencionado más arriba: votadme, porfaplis ; pero sin la carita del gatito de Shrek y sin el acento de Antonio Banderas…así que ya empezamos mal, no tiene gancho el asunto.

Después de examinar cuidadosamente los panfletos y los sobres me di cuenta de dos cosas curiosas: uno de los sobres era como el de las facturas: con su plastiquito donde pone tu nombre, el logo en color y el sobre mas blanco que si le echaran lejía. Sin embargo, el otro sobre era de papel reciclado, podría decirse que mi nombre salía como “a máquina” o ese tipo de letra, vamos y aunque el logo era en color…era como menos vistoso.

Podríamos pensar sin tenerlos delante: fácil, el partido que está en el poder como tiene más dinero es el que más llama la atención de los votantes. Pues no queridos, todo lo contrario.

Y el último punto pero no por ello menos importante es la cuestión de “a quien votamos”. Bueno, la verdad es que tal y como está el patio, supuestamente media España a nadie. Pero dejando eso de lado, donde está la información? Es decir, tú me pides que yo te vote pero lo único que leo al lado de la papeleta es “vótame porfaplis” por enésima vez acompañado de un “como nosotros mas molamos, te mejoraremos la vida tanto que te reirás de Bill Gates”. 

A ver, que ya se que todos moláis, pero visto lo visto bien podíais esforzaros en poner alguna pagina mas aunque sea con el resumen…que lo único que he encontrado de información “casual” ha sido de milagro mientras mi adorado padre leía el periódico y una hojita a todo color se escurría con timidez hacia el suelo.

Muchos pensareis “si quieres informarte tienes internet y tal”. Porque claro, la televisión y la radio vienen a decirme lo mismo: nada.

Quizás los publicistas estén mal pagados.

Quizás estén protestando también como media España.

O quizás las arcas están más vacías que la de Indiana Jones, vacía, pero misteriosa.

Desde que tengo uso de razón siempre he visto lo mismo en esos sobres.

Quizás cuando era pequeña las cosas eran distintas.

No tengo la menor idea. Lo que sí sé, es que mi abuelo era un señor muy sabio que decía en su gallego cerrado tal que “todos son la misma mierda” “todos tienen la misma cara de estar contándote la mentira más grande del mundo con la mejor sonrisa que pueden forzar”.

Era un buen tío.

Y para despedirme, sigo animándoos a los que tenéis un poco de inteligencia y saber hacer a seguir luchando por lo que creéis, es lo más importante:

Pintada en Valencia (por si no lo veis correctamente)

Y aquí adjunto un enlace que puede serviros en caso de que decidáis hacer la 13/14 a la hora de ejercer vuestros derechos. 

Diferencias entre abstención, voto nulo, voto en blanco

Solo plasmaré la triste realidad de las ciudades tan pequeñas como la mía: la confianza da asco y como “conozco al que se presenta, es amigo de amigo” y un largo etc. “le votaremos”.

Espero halláis disfrutado con la lectura, como siempre, políticamente incorrecta.

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